Desde hace muchos años, justo los mismos que cuando mis hijos me necesitaban, de la noche a la mañana me convertí en empleada pública, administración local, para ser más exacta, cumpliendo así la mayor pesadilla laboral jamás soñada.  Nunca me gustó ser administrativa, ni secretaria ni nada de eso y todavía menos trabajar en la administración pública pero la vida del pobre es la que es, y si eres mujer y de cierta época, pues todo hay que elevarlo a la enésima potencia .

Debo decir que a pesar de ello, me siento dichosa y feliz en  mi trabajo, tengo unos compañeros buena gente y así todo es más fácil.  Me costó pero fue en un episodio a Alli Mcbeal  dónde encontré la clave para llevarlo bien.  Fue en una escena donde un abogado del bufete hacia de menos a la recepcionista, y ella le dió una respuesta donde planchó planchado al engreído abogado.  La respuesta era más o menos así: » No has pensado que quizá yo prefiero este puesto al tuyo? No has pensado que hay personas que no vivimos para trabajar sino que trabajamos para vivir?

A la mujer le gustaba inventar cosas en su tiempo libre, era una crack, además de una buena recepcionista del despacho…