Enumera tres libros que te hayan marcado. ¿Por qué?
Es muy fácil y a la vez muy difícil, enumerar tres libros que me hayan marcado. Y digo ésto con la ferviente convicción de que cuando algo nos marca, deja de ser un algo personal o impersonal, un libro ya no es un libro, es en realidad la emoción que ha provocado en nosotros, ya no es un simple objeto de papel, con páginas que cuentan una historia más o menos bien escrita y más o menos buena. Cuando un libro llega a marcarnos entra en nuestras vidas para quedarse, como un amor o un desamor. Entra en nuestro corazón o donde sea que cada uno siente sus emociones, y consigue vivir hay con personalidad propia, nos impregna hasta el punto de que puede llegar a ser incontrolable. Puede poner patas arriba nuestro día a día, hacernos llorar con su lectura o sonreír con su recuerdo. Un libro que nos marca puede por momentos convertirse en un todo.
Dicho ésto, me apresuro a decirles que no soy mujer de un solo libro, que han sido infinitos los que me han acompañado a lo largo de mi vida y que eso sí, entre tantos, no existe ninguno que alguien me tirase a la cabeza y que marcara mi cráneo para siempre. Digo esto que quizá a algunos pueda parecerles una locura, porque yo soy del tiempo en que por algunas casas volaban zapatillas, borradores o libros, por las casas y por las aulas… Eran otros tiempos, que para bien o para mal, no son los de ahora. Ya que hablamos de tiempo, tomaré la cronología para abrir mi cementerio de los libros que me marcaron.
Primero de todo hablaré de «Últimas tarde con Teresa«, de Joan Marsé, que es el primer libro que leí siendo una joven adulta. Tuvo importancia para mí por varias razones: una, porque salía de una etapa de leer clásicos obligatorios y no obligatorios durante el bachillerato y otra, porque los hechos se describen en escenarios familiares para mí, como son la ciudad de Barcelona y la Costa Brava, no se describen sociedades conocidas para mí, por lo menos en lo que se refiere a la protagonista, ya que se trata de una joven de la zona alta de la ciudad y, tampoco del protagonista masculino, Manolo, «el pijoaparte» de aquellos tiempos proveniente de otra región del país y, que no solo era de la parte trabajadora sino que además estaba con sus manejos en la parte más baja de la escala social donde la delincuencia era moneda de cambio. El alma de sus personajes se grabó en mí, me hizo reflexionar mucho sobre la sociedad y sus diferencias, sobre la filosofía social según la clase, sobre los pijoapartes, que por aquel entonces abundaban en los barrios obreros… Existe una versión cinematográfica bastante acertada.

En segundo lugar me gustaría nombrar un libro que ahora está muy de moda por su película. Se trata de «Los renglones torcidos de Dios» de Torcuato Luca de Tena y que guardo con mucho esmero en mi biblioteca. Me lo regaló Alfonso, un compañero de trabajo y amigo en mis tiempos dedicados al turismo. Picó en mi la curiosidad desde el primer momento, cuando Alfonso me dijo: «Te voy a regalar un libro que me han regalado porque cuando lo he leído te veía a tí, y creo que nadie mejor que tú para tenerlo». No sé que parte de Dios y de Alicia le recordó a mi persona pero es cierto que su lectura me mantuvo atenta y me enseñó a estarlo el resto de mi vida. Esa historia me enseñó tanto sobre el ser humano y sobre mi misma que siempre agradeceré a Al que lo pusiera en mi vida. Hace poquito han filmado una película con el mismo título y la verdad, la han bordado, sobre todo en estos tiempos en que las versiones cinematográficas de las obras literarias se dedican a destrozarlas, y que pese a magnánimas interpretaciones, spoilean sin escrúpulos el argumento haciendo que el espectador pierda el interés, sobre todo si leyó el libro.

Por último hablaré sobre una serie de novelas que relatan unos hechos reales de una ciudad real y en un universo totalmente imaginario, como un ultrasueño, que vuelve a la realidad. No se trata de lo que dice y de lo que no, ni de cómo lo dice, aquí convergen en las dos cosas: lo que se cuenta y como se cuenta. Para mí ese relato fue capaz de llevarme a los universos más inesperados, fue como viajar de puntillas por la ciudad de Barcelona, como si fuese un hada que atraviesa las paredes, las personas, los tiempos… Se trata de la tetralogía de «!»La sombra del viento» de Carlos Ruiz Zafón: La Sombra del Viento, El Juego del Ángel, El Prisionero del Cielo y El Laberinto de los Espíritus. Por cierto, el autor dejó dicho que sus obras no se llevaran al cine. Ahí lo dejo.

BA
Las últimas tardes con Teresa y otras obras del mismo autor me llevan a finales de los setenta. Buena elección
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Querría comunicarte que hasta hoy no he podido acceder a tu blog. Cuando lo intento desde el aviso que recibo no lo consigo. Aprovechando ésta le he dado a seguir. Gracias por tus aportes
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Gracias por tu interés
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Hábitos atómicos 💪🏽 un libro que todo el mundo necesita 😍
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