¿De dónde proviene tu nombre?
Que yo me llame como me llamo forma parte de una historia de valientes, de una hazaña épica sin lugar a dudas y lo cierto es que, mi nombre marcó mi destino y lo llevo con honor.
Nací a los nueve meses justos de la famosa nevada de Barcelona en el seno de una familia sureña tradicional por lo que mi nombre estaba escrito antes de nacer, pero un giro del destino propiciado por el sentido común de mis padres, hizo que no fuese bautizada con el nombre de mi abuela paterna: María Antonia. Y que pasó para que el niño de sus ojos de mi abuela hiciera eso? Muy fácil, como he dicho antes fue un asunto de sentido común. Mi padre se planteó que llamándose su madre María Antonia y la madre de mi madre Antonia, en el hipotético caso –como más tarde ocurrió- de que tuviese dos hijas, la primera sería María Antonia y la segunda Antonia. A mi papá no le pareció que por esa razón y porque nací durante las fiestas de la Merced, me llamaron María Mercedes.
También es verdad que yo iba a ser un varón y me iba a llamar Antonio, pero esa historia la dejaré para otra ocasión.
Me siento orgullosa de la elección de mi padre. Allá donde estés, Gracias papá, te quiero.

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