Cuando escuché por primera vez la palabra hiperosmia en un capítulo de Castle, pensé que se trataba de un invento pero enseguida me sentí reconocido en ella. Y es curioso porque respirar bien, lo que se dice bien, me cuesta. Tras escuchar la palabreja investigué sobre el tema y descubrí que uno no necesitaba unos pulmones ful equip para tener un olfato vip. Parece ser que hay unas neuronas olfativas en la parte superior de la nariz que cuando son muy sensibles, no te dejan vivir con gente de higiene escasa.

La nausea, el estómago patas pa arriba es nuestra respuesta visceral, seguro que alguna vez todos pasamos por eso pero, cuando se trata de personas de alta sensibilidad, constituye un auténtico problema para el que lo padece. Qué decimos? Oye dúchate un poquito!, así, haciendo amigos… Y cuando se comparte una oficina pequeña con el-la olerosante que hacemos?
El incienso es una buena solución, por lo menos es diplomática pero se sufren ese tipo de situaciones y muchas veces, en silencio. Parece ser que los estímulos sensoriales activan en el cerebro el centro de la memoria, tanto para identificar esos olores y sabores como para asociarlos a un recuerdo aunque a veces, no es así, son nuevos, personales y, muy presentes.