Hoy Dai me preguntaba sobre quien me inspira en mi vida. La pregunta me dejó atónita, no por ella en sí, sino por el momento en que llegó a mi vida. A lo largo de mi vida más que un quien ha sido un que, el responsable de la inspiración. En cierto modo, la inspiración transmuta temporalmente como la moda, ni tan siquiera lo clásico perdura hoy, pese a nuestra trillada globalización, no existen -para bien o para mal- unas únicas y verdaderas directrices. Creo que cuando uno se inspira en alguien puede correr el riesgo de copiarlo y perder originalidad en nuestra obra, en nuestra vida, y eso me asusta un poco.

A lo largo de nuestra vida podemos cometer muchos errores y pese a aprender de ellos, son muchas las ocasiones en que volvemos a cometer un mismo error como si no nos hubiese servido de nada haber errado con anterioridad, y darnos cuenta de ello, provoca muchas veces una doble indignación o enfado -por llamarlo de alguna manera- por nuestra parte. Pero ahí, como otras muchas veces que tomamos caminos equivocados, tenemos esa opciones típicas de refranero. La primera y más importe: «A lo hecho, pecho», lo hemos hemos mal, de acuerdo, pero no vamos a mirar hacia otro lado, no nos vamos a desentender de nuestras acciones, parecería que nos desentendemos de nosotros mismos y eso si que podría convertirse en un auténtico drama, se imaginan?, «Persona abandonada por ella misma», y, lo peor de todo, estas situaciones se dan, existen; La segunda y por ello no menos importante: «El que se enfada, tiene dos trabajos, enfadarse y desenfadarse». Si que es cierto que hay personas que no se desenfadan jamás pero, les lleva a alguna parte? . Con ello no debemos pensar en no reaccionar sino más bien, en que la reacción sea práctica y no ayude a no anclarnos en el error sin ser capaces de salir de ahí o por lo menos buscar una solución. De estos, como las meigas, haberlos haylos y muchos, por cierto.
El error de los errores se acaba sintiendo cuando en los descendientes descubrimos nuestros propios errores y divagamos entre solucionar el error, ayudar a solucionar, asumir nuestro error y revelarlo o consentir que cada uno cometa sus propios errores. Estar ahí es lo importante, no se pueden asumir errores ajenos por próximos que sean, no podemos vivir otra vida que aunque sentamos nuestra no lo es, no podemos andar usurpando vidas fuera de la propia, aunque nos duela, aunque rasque 🩹🩹🩹 mucho. Solo estar ahí.

Y para terminar, música de la que inspira y repone el malestar de los errores ☺
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