No quería irme a dormir sin escribir unas letras y terminar el viernes sintiendo que he cumplido con mi deber. Lo cierto es que hoy me faltaron horas pues me dediqué, entre otras cosas, a confeccionar dos baberos para comer calçolts, una sesión de chapa y pintura 💙, una limpieza exhaustiva de armarios de cocina, una sesión de cardio y por fin la mejor del día, una sesión de Sapri con mi amiga, también escritora.
Nuestras comidas suelen ser tan copiosas como fructíferas. Hemos compartido pizza, Vichy, proyectos pendientes y nuestras aventuras con el temido dique seco o falta de inspiración y/o motivación. En estos días vengo dando vueltas al tema del EDADISMO. Les dejo un video de la fantástica Eva Soriano hablando del tema.
Hemos conversado desde la perspectiva que nos da la edad. Hemos reflexionado sobre las medallas de la veteranía y el grado que imprime. He reconocido que me voy pareciendo peligrosamente a mí abuelo, que hacía lo que le daba la gana pese al enfado de sus hijos , me he reído recordándolo y me he sentido orgullosa de poder seguir cumpliendo años y, sin bien yo no perreo, puedo todavía relatar mucho cuenteo.

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