Las reuniones entre escritores pueden ser muy fructíferas. Uno de los temas que se aborda suele ser el de los certámenes literarios. En la última reunión en la que tuve el gusto de participar, alabé el valor y las ganas que el resto de de participantes le ponen a estas convocatorias. A mi me cuesta. Al resto les resulta imposible escribir diariamente en un blog. Yo, escribo diariamente. Cada uno es diferente pero en este caso, el subversivo soy yo. Creo que el carácter de cada uno tiene mucho que ver con esto.
Una de las mejores aportaciones que recibí, curiosamente, tuvo su origen en la conversación sobre los certámenes. Yo puedo ser capaz de responder una pregunta diaria, escribir respuestas más o menos largas, con más o menos motivación, unas veces de forma sincera, otras, producto de una creatividad. Las palabras, por muy seco que se quede el dique, siempre están ahí, como las ganas de comer -uno puede comer más o menos, pero apetito, siempre tiene-😜 Glotonería ribonucleica, como las mitocondrias😂
Debería se más serio pero el edadismo no se encuentra en mi adeene, y la verdad, a lo mejor va ser cierto eso de que recogieron en la basura, porque mi familia antecedente ha sido siempre muy ordenada con la edades, sus obligaciones, metas y limitaciones. Supongo que el hecho de vivir en continuo acuerdo con mi yo interior me ha ayudado a mantenerme bastante al margen de todo esto.🙏
Como persona que escucha una veces más atenta que otras, me quedé con la idea de reescribir antiguos textos de los que se guardaron en disquetes y que previsoriamente, guardé una cópia física. Empezé esta misma mañana a copiar antiguos relatos hasta la estenuación musculoesquelética y mientras lo hacía, iba reconstruyendo las historias con un nuevo estilo. Aunque me costó, me mantuve fiel a la transcripción y en breve tendré versiones revisadas de los textos. Me dí cuenta que aquellas líneas se merecían una transcripción original, son escritos de hace más de veinticinco años de edad y se merecen conservarse tal cual. Actualmente tienen mucho que mejorar pero cuando sus versiones actualizadas vean la luz, su comparación será un buen ejemplo en nuestras reuniones lectivas para nuevos escritores. Estos textos demuestran que al margen de nuestras formación a través de la lectura, cursos y actividades a escribir se aprende escribiendo.
En homenaje a la primera historia que transcribí, Adobe creó esta imagen para mi que quiero compartir.

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