Sin cometer delito alguno, soy víctima de presidio. Me encuentro encerrado en algo más de cuatro paredes revestidas hace tiempo ⏲️ de un áspero y socorrido gotelé, ausente apenas en los caminos laterales de carros y otros utillajes de transporte variopinto, con ventanales de vista generosa y ausentes de aire y probabilidad de escapatoria. Dicen que eso es cosa de protocolos, por si acaso acá dentro nos sentimos solos. La cortina albero muestra un paisaje urbano teñido de ocre que únicamente provoca una emoción acre, que en realidad no emociona.
Los edificios vecinos seccionan sin compasión la posibilidad de vislumbrar nuevos horizontes, provocando la carencia total de esperanza sobre un supuesto hoy, ya que ni tan siquiera puedo discernir su existencia.

Debe estar conectado para enviar un comentario.