En estos días vio la luz mi hijo más querido. Con esto de «Mi hijo más querido» quiero hacer un guiño cariñoso desde la más grande de las admiraciones, a la gran escritora María Fernanda Ampuero, cuando nos presentó la obra «Pelea de Gallos».

Para mí ha sido el más querido porque su gestación ha durado mucho tiempo, ha sido dura, dolorosa, creo que el nacimiento ha llegado a buen puerto porque durante el largo periodo de creación, la vida nos ha dado momentos muy duros, de esos que nos van curtiendo, haciendo resistentes o quizá resilientes.

El último año ha sido el de lo más grandes mazazos en la vida de muchas personas y seguramente eso ha hecho posible que de una vez por todas, cogiese al toro por los cuernos y lo revolease al ritmo de bolero, como en este cuento que, con dimensiones de relato muy largo o de novela muy chica, ha conseguido salir a la luz, aunque no entero, porque como la vida de las personas, a veces, porque se quiere, otras porque no, cambiamos para un lado u otro de la balanza que intenta equilibrar este mundo que se desmonta cada rato un poco más.

Puede ser cruel, puede ser duro, puede doler, puede costar entenderlo, pero en esta historia, la mayoría de los que mueren, lo hacen de ancianos.

Falta mucho que decir de este RAVAL ROJO, será más adelante, en otros tiempos, en otros arrabales, con la historia de aquellos que sobrevivan, aquellos que no siempre, son los más fuertes.

Antes de despedirme, quiero dar las GRACIAS a todos aquellos que habéis llegado hasta aquí, a todos los que me apoyáis con vuestras estrellitas, con vuestra compra, con los comentarios sobre las escenas y a los que compartís conmigo las emociones que os produce su lectura.

BESOS

Os dejo con Phil Collins…