Hace unos años no era algo muy elegante preguntar la edad a una dama.  Llegado un tiempo, todas las personas adquirimos una atemporalidad que nos enriquece de manera voluptuosa -vamos, que nos henchimos tal pavos reales- sucede dentro de nosotros algo verdaderamente maravilloso, acumulamos un bagaje de vida excepcional que muchas veces, por cuestiones de etiqueta, decidimos olvidar accidentalmente.

Del año que nací no recuerdo nada más lo que averigüé después:  Dos cosas muy importantes:
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• La publicación de Rayuela de Julio Cortazar, mi historia de cabecera, la BLO (Banda lectora original) de mi vida.
• El asesinato del primer Kennedy, como conocemos en casa a JFK, pues el año que nació mi hermana coincidió en día y hora -palabras textuales de mi madre- con el asesinato del segundo Kennedy, ahí es ná.
• Buena cosecha musical 🧺 🎼: Twist and shout, de The Beatles.

De lo otro, así a bote pronto, no me acuerdo.