ES LA ILUSIÓN

Hoy he decidido hacer un parón económico y dejar de pensar, aunque solo sea durante los momentos que me enfrente ante la pantalla, en todas las crisis que nos inundan.

Por un momento voy a pensar en uno de esos momentos agridulces que aveces nos da la vida.

Y es que se trata de eso, de hacer un pequeño homenaje a esa vida que tenemos, porque llegado el momento, sin ella, no somos nadie (esto va por tí, amiga de mi amiga, que hoy nos has dejado. Va por ti, y por todos los tuyos)

¿Cómo empezar a explicar algo de lo que nunca se habló? ¿Cómo tener la seguridad de que existió? Es que negarlo sería negar la misma vida. No sé ni cuando ni como ni porqué, nació un nexo invisible entre nosotros. No me dí cuenta (como la mayoría de las veces) hasta que un día al despertarme, comprobé que mi primer pensamiento era él. Al principio no me preocupó. No le dí importancia. El flirteaba conmigo y yo me dejaba querer. Otros días, el juego era a la inversa.

Y así fue pasando el tiempo. Y con escusas nos veíamos casi a diario. De buen rollo, niño para aquí, niño para allá. Y le daba rabia. Y quedábamos, y nos plantábamos. Y era como la canción «si tu me dices ven, lo dejo todo». Él siempre estaba allí, con sus cosas y ayudándome en las mías. Interpretando un papel que no era suyo ni mío. Una de cal, una de arena, como suele decirse…

Pero un cruce de miradas tenía más fuerza que cualquier compromiso…

Aunque siempre existía una pared entre nosotros…

Nuestros grandes silencios…

Solo conversaciones del día a día, de cosas baladí para nosotros, aunque para el resto fuese lo corriente. Estábamos por encima de todo eso y a pesar de ello, el tiempo se encargó se encargó de acercarnos a la vez que nos alejaba. Y era, es, todo contradictorio y a la vez lógico, como la pala de cal y la de arena. Y llegó un día en que aprendimos a vivir sin vernos, sin pensarnos, solo de manera ocasional, aun manteniendo la seguridad de estar ahí, siempre, el uno con el otro, sin pacto alguno, lo más cómodo. Yo arrimando pichón a mi vida y él a la suya, como antes de conocernos, aunque con una diferencia, y es que mi vida quedó colgada de la suya y la suya de la mía, y un pacto invisible nos unirá siempre…

Y pienso que vuelve, con su caminar ligero y acompasado, y que de nuevo nuestras manos se rozan, siento ese tacto suave, noto su olor, siempre fresco, limpio, seco; y me besa las mejillas, muy cerca siempre de los labios, suavemente, de la misma forma que se convirtió en el guardián de mis sueños y mis pensamientos. Y quiero sentirlo cerca, notar su proximidad en todos los sentidos, cuando está cerca el mundo empieza y termina en él, no hay más allá ni más acá, solamente él, nada más existe, solo él. Es la razón, la ilusión…

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Acerca de Mechas Poval

Lamari Poval, Escritora salouense nacida en Barcelona. Multifacética en aficiones y destrezas, bloguera desde el año 2006. Aunque el oficio con el cual uno llena su despensa no sea el de escribir, si uno se levanta por la mañana pensando en escribir y es feliz cuando escribe, es escritor. Actualmente expone sus creaciones en "El racó de Mechas", de Mechas Poval y "Con un par" de Lamari Pujol. Publicaciones: UN RELATO PARA OSCAR, 2012, ed. Puntorojo MI HERMANO KEVIN,2013,ed.Vivelibro CUANDO LA MARACA SUENA,2014,ed,Amazon kindle CRÍMENES DE ASFALTO, TIERRA Y MAR, 2019, ed Vivelibro
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2 respuestas a ES LA ILUSIÓN

  1. Mauricio Pereira dijo:

    Como siempre quedo sin palabras con tus estallidos de sensibilidad
    un saludo

  2. Mechas Poval dijo:

    Tan amable como siempre…

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