UNA MANIPULACIÓN

Puede ser que a la gente la hayan engañado pero yo conozco la verdad.

Clara, esa mujer a la que todas los canales de televisión han mostrado muerta en plena calle, rodeada de sangre y completamente destrozada, como una nueva víctima la caótica situación en que nos vemos inmersos, era mi hermana. Los medios de comunicación de todo tipo, se han encargado de vapulear la desgracia convirtiendo a Clara en una especie de mártir del sistema. Nada más alejado de la realidad. Por lo menos de la económica. Todo ha sido más privado, mucho más íntimo, pero a pesar del dolor que se ha apoderado de mi corazón en estos momentos, siento que antes de comenzar mi verdadero duelo ante la pérdida, he de parar un momento esta locura irracional que me ha invadido y poner en orden todo aquello que conozco, lo cierto y lo inventado, he de explicar mi historia para así, una vez aclarado todo, llorar en paz.

¿Qué porqué se la verdad? ¿Que de qué verdad hablo? Lean esto y lo comprenderán:

Mi hermana pequeña siempre vivió en lucha continua contra la opresión: Ya desde bien chica, en casa, papá y mamá la protegían sobremanera hasta el punto de asfixiarla, técnicamente hablando.

Bien joven, y en en cuanto encontró un hombre en el que encontró lo más parecido a la idea preconcebida del amor, decidió alzar vuelo rápido -bajito, pero rápido-, quería ser libre.

El precio de su ansiada libertad no fue más que el hallazgo de una nueva cadena: Una, dos, tres, cuatro cadenas en seis años. Clara había hipotecado los años más dulces de su vida hasta que un día decidió dejar de pagar. Obvio que la deuda a la que me refiero no es económica, aunque también, también existía una de esas. Como la mujer valiente que siempre fue y que yo admiré de manera ferviente, cogió sus pesadas cadenas y empezó un pesado vuelo hacia el País del Más Difícil Todavía. Se lanzó y se aferró con todas sus fuerzas y obtuvo la recompensa más preciada para ella -para ella y para muchos de nosotros- encontró en amor en libertad y pese a los estorbos del camino, consiguió una estabilidad que jamás había ni soñado podría alcanzar.

Aunque todo era muy bonito y un día se encontró con una realidad paralela existente, alguien que, creía ser dueña del lugar que ella ocupaba, un lugar en el mundo que no importaba más que a ella y por el que, por caprichos del destino -algo así como una incursión del pasado del más próximo en su vida- se vio invitada a abandonar. No dio importancia, confió en el destino, nada podía ser peor que la sensación de cautiverio vivida con anterioridad. Los aires de libertad, el amor fraguado en ella la habían hecho fuerte, mucho más fuerte.

Pero su fuerza no fue suficiente.

El alma perturbada que la acosaba, entró en su morada aprovechando un descuido -mientras entraba la compra del super- la agarró con fuerza precipitándola al vacío y salió corriendo hacia la parada del autobús, toda digna, como si viniese de dar un paseo, mientras Clara se desangraba entretanto un vecino llamaba al 112.

http://www.youtube.com/watch?v=btkWDo8-Cdk

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Acerca de Mechas Poval

Lamari Poval, Escritora salouense nacida en Barcelona. Multifacética en aficiones y destrezas, bloguera desde el año 2006. Aunque el oficio con el cual uno llena su despensa no sea el de escribir, si uno se levanta por la mañana pensando en escribir y es feliz cuando escribe, es escritor. Actualmente expone sus creaciones en "El racó de Mechas", de Mechas Poval y "Con un par" de Lamari Pujol. Publicaciones: UN RELATO PARA OSCAR, 2012, ed. Puntorojo MI HERMANO KEVIN,2013,ed.Vivelibro CUANDO LA MARACA SUENA,2014,ed,Amazon kindle CRÍMENES DE ASFALTO, TIERRA Y MAR, 2019, ed Vivelibro
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