Dicen que fue Don José Martí quien una vez dijo :”Un hombre para ser completo debe plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro”
Hoy día, con esa tendencia social hacia politizar todos los aspectos de la vida que existe, la palabra hombre debería ser sustituida por persona, para no caer relegada en el mal visto sexismo. Hoy damos mucha importancia a las formas utilizadas en el lenguaje, dejando en un segundo plano el fondo y significado del mensaje en cuestión. Y es que en el afán por convertir este mundo en un lugar ecuánime y perfecto parece que estamos olvidando nuestras características más básicas, y es que hombres y mujeres, podemos y debemos ser iguales en muchos aspectos, pero hay diferencias entre los sexos que pueden obviarse, y desde luego, admitirlas sería lo más adecuado. Gran parte de la sociedad vive engañada en la creencia de una igualdad. Una igualdad que está pagando un alto precio que quizás no merece. ¿Es real una igualdad que para gozarla hace renegar a una parte de la sociedad de aquellas características que por derecho natural le corresponden? Una frase que para muchos forma parte de nuestra cotidianidad, como es la que ha dado introducción a este minúsculo y personal bucle que durante mucho tiempo, hemos utilizado como un ejemplo a la hora de alentar a las personas a seguir avanzando en la vida, y que hoy, no solamente en su uso del lenguaje vamos a girar. ¿Son realmente esos los logros que nos harán ser completos?
Quizás hay que leer entre líneas o entenderlo de otra forma, verla como la metáfora que realmente parece ser. De manera personal, lo interpreto como una sucesión de hechos que nos hacen avanzar en la vida aunque, posiblemente, el mayor logro, por encima de hazañas y guerras dialécticas, sea la lucha por convivir en el respeto a todos, empezando por uno mismo.