Esta tarde acudí a un acto cultural en Reus. No es relevante decir que la poesía en estado puro fue sin duda la protagonista de la velada, cabe, sin embargo, no dejar de explicar todo aquello que ha explotado dentro de mi durante el acto:
En primer lugar, un sentimiento de agradecimiento infinito por estar allí y poder deleitarme con la excepcionalidad de los poetas.
En segundo lugar, un nuevo agradecimiento, con la vida en su totalidad, por regalarme la oportunidad de conocer, estar sentada al lado, de personas realmente excelsas y a la vez cercanas, llenas de esa generosidad propia de las más grandes almas.
En tercer lugar, otro agradecimiento a quien me hizo partícipe, alguien tan grande, que como los más grandes se ha sentido chica -sin razón, no puedo callarme-
Y por último, una pequeña reflexión, casi a modo de autocrítica, reafirmando mi inutilidad para tareas tan sutiles, a falta de mi área de este nombre. Esta tarde sentí que la poesía es como la ópera, que no hace falta entender el idioma para sentir lo que transmite.
Esta tarde entendí, que si soy cuentista y relatadora, es porque no tengo un corazón que irradie sentimiento, que rebose sensibilidad, que cree poesía…
Va por vosotros
y cuentas muy bien…
Gracias Carlos, tu siempre tan atento…