Recuerdan aquel chiste que decía:
«Ahora que he aprendido a decir peñúcula resulta que se dice «flim»
Pues eso mismo es lo que en estos momentos de auge trilogístico siento:
«Ahora que casi tengo una novela resulta que necesito tres»
Más o menos, la cosa va así. Entremos en harina, como dice mi buen amigo Antonio Cruz, de Antena Historia.
Aunque no me prodigo mucho en viajes, cada vez que el tiempo y el bolsillo me lo permiten, me adentro en alguna tierra extraña, de esas que son cercanas, que por un par o tres de días te consienten patear sus calles o sus caminos, socializar con sus gentes y deleitarme con su gastronomía.
Tengo la suerte de vivir en el país de las mil y una razas perpetuadas históricamente, donde las gentes se han amalgamado durante paso de los tiempos, dejando huellas de la diversidad a través de los siglos.
Coincide que las tres trilogías que voy a nombrar a continuación, se corresponden con algunas de mis escapadas relámpago y además, justamente hacia estos lugares he repetido expedición en más de una ocasión, he sentido la necesidad de volver, de sentir el ritmo de la tierra, de la ciudad, de la gente que allí habita.
De las tres trilogías debo decir que comparten unas buenas historias, excelentemente dosificadas, siendo las tres, de ese tipo de lectura en la que uno se recrea, y como he dicho en más de una ocasión, el placer de la lectura es tal que uno no necesita ir a husmear en las últimas páginas para conocer el final de una historia que parece cada vez más larga.
En primer lugar, me gustaría hablar de la Trilogía Baztán, de la escritora Dolores Redondo.
En las tres novelas: “El guardián invisible”, “Legado en los huesos” y “Ofrenda en los huesos”, la protagonista, inspectora de homicidios de la Policía Foral, vive el esa línea invisible que parece existir entre la oscura realidad y la magia ancestral de esas tierras.
En mi como siempre, humilde opinión, invitaría a leer estas historias tanto a los seguidores de la novela negra como a los amantes del realismo mágico, ya que considero la obra de Redondo en general, y esta trilogía en particular, un buen exponente de este movimiento.
En segundo lugar, me gustaría comentar mis impresiones al leer la Trilogía de la Ciudad Blanca, de Eva García Sáenz de Urturi.
De sus tres títulos: “El silencio de la ciudad blanca”, “Los ritos del agua” y “Los señores del tiempo”, me gustaría destacar el estilo de su creadora. Hace mucho tiempo que no leía algo tan sublime, tan perfecto, literariamente hablando. Cuando uno es capaz de escribir así no necesita tener una gran historia, cualquier gesta se crece entre sus palabras.
No me gustaría dejar de mencionar el análisis de los perfiles humanos que define en sus personajes, así como también ese punto de magia que deja entrever en algunos episodios.
Por último, me gustaría comentar la Trilogía Reina Roja, de Juan Gomez-Jurado.
En las tres novelas: “Reina Roja”, Loba Negra” y “Rey Blanco”, pudiéndose calificar al igual que las otras, dentro del género negro, debo decir que su precisión narrativa, hace sentir al lector que disecciona en fotogramas cada momento, cada personaje, cada grano de información, con un detalle microscópico y a una velocidad vertiginosa. Su protagonista, sin duda, Super Antonia.
¿Dónde están los del universo Marvel que no hacen una película?
Very creatiive post
Muchas gracias!