La falta de confianza en otras persona y la confesión de dicha carencia abiertamente, es en mi opinión una auténtica contradicción. Si uno realmente no tiene confianza ¿Cómo supuestamente va a compartir algo tan personal, tan íntimo? Se trataría de un individuo sin un mínimo de coherencia en su conducta que, a la vista puede parecer simple, banal, pero que lejos de esa superficialidad, que podría darse por ausencia de conocimiento de los verdaderos conceptos, podría darse también una conducta interpretativa, donde el individuo se convierte en el director y protagonista de su propia vida, o ¿porqué andarnos con rodeos? con la interpretación a tiempo real de su propia existencia.
En ocasiones, esta falta de confianza queda representada en una maxi asertividad, de toque casi dramático (otra manera de interpretar),o por el contrario, como a un individuo con la carencia de ésta. La escenificación queda reflejada en micro episodios conductuales, imperceptibles para los poco observadores, en el polo opuesto, se encuentran aquellos que parecen vivir desosegados por las carencias ajenas y se fotografían una y otra vez en sus obras de altruismo desmedido, egoísta y sin sentido, pues no busca el bien ajeno, sino el bienestar propio ¿a que suena? Este tipo de personas acostumbran a tener esta pequeñísimas conductas aderezadas de una emotividad extrema tener pequeñas y digo pequeñas con letras mayúsculas conductas que hagan parecer una emotividad, una asertividad, un desprendimiento de uno mismo, cuando en realidad les importa una m***** lo hacen. (según ellos, por humanidad, por educación)
Las palabras hermosas ganan a las palabras sinceras. El teatrillo se impone a la vida real, el entretenimiento interesa a algunos, evade a otros y los listos, se ponen las botas.
No sé hasta qué punto las palabras bonitas son más humanas que decir la verdad. Mi madre, que es una genia en el terreno, se refiere a como frenar a esta plaga de actores sociales con un refrán «Más vale una vez colorao que ciento amarillo»
Porque este tipo de conducta roza la psicopatía porque en realidad lo que hacen es llevar a la presa a un lugar oscuro y meterle siete cuchilladas, ¡ojito con estos individuos!
Ya lo dijo Albert Einstein :
«La ciencia sin religión está coja la religión sin ciencia está ciega», ahora ni creemos ni sabemos, nos hemos regado…
Algunos tapan agujeros, otros amagan carencias… el problema… está en el método.
