Este año Salou Calami, la asociación de escritoras a la que pertenezco, no ha montado una parada de venta de libros en la Plaza de Sant Jordi, como viene siendo habitual durante el día del libro y la rosa. En esta ocasión nuestros libros y rosas de gominola han estado ausentes, alejados del bullicio de la plaza, han quedado ajenos a la alegría de los niños de las escuelas locales que visitan los tenderetes y disfrutan de las actividades.

No me gustaría que mi ausencia diera lugar a especulaciones.

No estamos enfermas, ni tampoco perezosas, sencillamente tenemos un trabajo que ocupa gran parte de nuestro día a día, ese cuyo salario a fin de mes nos ayuda con las facturas.

No estamos desinspiradas, sino muy al contrario, muy atareadas con nuevas creaciones, con proyectos que ocupan nuestro tiempo libre, con ideas que nos desvelan en la madrugada.

Y bueno, estamos haciendo lo que nos gusta hacer, lo que nos hace felices: Escribir.

Personalmente, tengo tres libros en elaboración, muchos más en lista de espera para su lectura, participo en algunas actividades del club de la lectura,club de la lectura, y este blog, que tantas sensaciones me ha hecho experimentar…

Espero que todo esto pronto deje ser un proyecto inacabado, una gestación matusaleónica, pero claro, el tiempo es el que es, y pese a su relatividad, y la efectividad a la hora de gestionarla, el ser humano, de todos es sabido, también tiene sus límites, sobre todo cuando se intentan materializar las sensaciones.