Últimamente todas los test virales con los que me entretengo, me acusan por activa y por pasiva de ser una persona valiente, optimista, creativa… y un sinfín de parabienes que me hacer recapacitar sobre la veracidad de los resultados, sin duda, poco ortodoxos, pero dicho al principio, son para mi puro entretenimiento, y no pasa nada. Para que vamos a ponernos flores, ¿os es que ya vamos a empezar el año con florituras innecesarias que muy lejos de reflejar una alta autoestima, no son más que el resultado de la ociosidad de quienes los hacen. Si uno se fija y lee todos los resultados, todos son atractivos, para que sigamos jugando y nuestra autocomplacencia se sienta plena y engañada.
Anoche decidí dejar en el balcón, como siempre desde que era una niña, unos licorcitos para los reyes y el agua para los camellos. No sé que debe haber pasado. No se han tomado nada. Tampoco me han dejado nada. No sé si sus expectativas para conmigo son todavía más altas que las de los autotest; no sé si se enteraron que soy republicana o quizá no les gusta el amaretto del Lidl. Debió ser eso.
Mientras sigo dando vueltas a mi cansado cerebro, los reyes, transformados en galletas de youtube, me han proporcionado una recopilación de grandes éxitos de Dr. Hook, que por un par de horas me ha transportado a una época dulce de mi vida. ¡Regalazo!

Besos