CIFRAS INTRO Y UNO

26011963, 09011963, 06041947, 02091962, 12031963.
A simple vista no son más que dígitos, cifras que pueden o no, tener significado. Seguramente, como todo en esta vida, para alguien esos números no tengan valor, para otros, sí.
Para los que si, este significado puede ser por cosas muy diferentes. Entenderemos hoy estas series como fechas, por ejemplo. En este caso, tomadas como fechas, podemos empezar a observarlas: Una de ellas corresponde a la primera mitad del siglo veinte, casi de soslayo, pero pertenece a esa mitad, los números, es lo que tienen, que no tienen ni trampa ni cartón, supongo que por eso siempre he sentido atracción por las matemáticas, porque son lo que son, sin vueltas de tuerca ni de hoja; Volviendo a las cifras, cuatro de ellas corresponden a la segunda mitad del siglo veinte, además, todas pertenecen a la misma década, curioso ¿no?
Observo esa cifra que no cuadra con el resto, le doy una importancia que no sé en este momento si la tiene o no la tiene, pero yo, se la voy a dar. Porque sí. Porque me da la gana. Punto. La dejaré para el final. Aunque todas ellas, las cinco, son importantes.
Importantes porque para algunas personas, esas fechas marcaron un antes y un después en sus vidas, sobre todo, que ni decir tiene, a los que en esa fecha, estrenaron vida.
26011963, ese día, en una casa de montaña, vino al mundo, el cinco de seis. Vida curiosa la suya, solo mantuvo el cinco en el orden de la casa, después siempre fue el primero en todo. Y en cierta manera, fue así, el primero de algo que nunca fue pero si existió. Con ello no entro en contradicciones, la expresión podemos considerarla numérica, el primero por el que se siente primero rabia, luego admiración, y luego lo mismo, pero con más intensidad, hasta que llegado el momento, uno se ruboriza con su presencia, con solo pensarlo. Y todo esto aumenta hasta que un día estalla dentro de uno mismo, porque es tan grande lo que se siente, es tan inmenso el vuelco que uno vive, que no se atreve a sacar de sí eso. Uno se siente viajero de una montaña rusa, subiendo y bajando acalorado y al final, no necesita expresarlo, su rubor inacertado, a destiempo, le delata. Y la gente, alguna muy cruel, se ríe mientras uno se hunde. Y disparata de manera incontrolada, y quizá en ese momento, se forja una venganza incapaz de cobrarse durante toda una vida, y ante la incapacidad, todo se hace grande. Y el tiempo pasa y todo continúa igual, y llega un día en que uno deja de ser el que fue y aunque lo que siente sigue aumentando, sabe que ya no puede ser, que ya no es quien era, que su rodaje a comenzado a destiempo y en el lugar equivocado, pero igual eso no importa, aunque continúa siendo incapaz de controlar lo que siente, comienza un cambio en el trato, más personal y punzante, y descarga en aquel que no le dio más que dolorosos vuelcos en el corazón sin saberlo, una crueldad de la cual no es merecedor. Y bueno, pasado el tiempo y muchas veces ya, con otro código en la cabeza, uno acaba cambiando lo que siente aunque nunca, nunca, olvida lo que un día sintió.

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Acerca de Mechas Poval

Lamari Poval, Escritora salouense nacida en Barcelona. Multifacética en aficiones y destrezas, bloguera desde el año 2006. Aunque el oficio con el cual uno llena su despensa no sea el de escribir, si uno se levanta por la mañana pensando en escribir y es feliz cuando escribe, es escritor. Actualmente expone sus creaciones en "El racó de Mechas", de Mechas Poval y "Con un par" de Lamari Pujol. Publicaciones: UN RELATO PARA OSCAR, 2012, ed. Puntorojo MI HERMANO KEVIN,2013,ed.Vivelibro CUANDO LA MARACA SUENA,2014,ed,Amazon kindle CRÍMENES DE ASFALTO, TIERRA Y MAR, 2019, ed Vivelibro
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