Justamente hoy acabé de ver la segunda y parece ser que última temporada, de la serie de Netflix, Monarca.
Debo reconocer que no siempre dedico mi tiempo libre a leer o escribir. Lo cierto es que, cuando estoy muy, muy cansada, me lanzo sobre el sofá y me enredo con alguna serie de alguna plataforma (buen invento éste de las plataformas, ya que da la oportunidad de engancharse como un tóxicoadicto, a voluntad de uno mismo).
Una de las temáticas que más consumo, y no me pregunten el porque pues no sabría que decirles, es sin duda el tema narco.
Creo que en cierto modo es un poco culpa de San Pérez Reverte y el día que cayó en mis manos La reina del Sur.
Fue en A3 donde comencé a verla, después ya fue en Netflix, donde vi además de la segunda temporada de La Reina del Sur, las dos de Narcos, Fariña, Ingobernable y alguna más…
Monarca para mi ha sido una especie de fusión entre La Reina del Sur e Ingobernable, aunque faltaba ella, Teresa, que en esta ocasión se ha llamado Ana María, una mujer fuerte.
He leído varias críticas sobre la serie, unas buenas y otras no tanto.
Pero debo decir que antes de leerlas ya tenía una opinión propia sobre la serie.
Monarca no es una serie más, lo que para algunos puede ser un elemento de crítica negativo, para mi ha constituido todo lo contrario, me refiero al uso de personajes arquetipo, que, si bien es cierto que distraen la trama que, no es más una lucha poder, de reconocimiento social, de estatus, de pertenencia a…
Creo que se describen de forma magistral como cualquier tipo de personalidad se adapta a las circunstancias de formas que en ocasiones, nada tienen que ver con sus propias convicciones, pero estos actos no son más que una moneda de cambio, en ocasiones muy caras, para alcanzar sus objetivos.
Aunque se afirma que no habrá una tercera parte, les invito a ver la primera y la segunda, no son muchos capítulos y seguro que les gusta.
Quizá los argumentos de denuncia, aunque sea de forma ficticia, empiezan a molestar…
Saludos
